Después de Salento volví a Bogotá. La verdad es que voy bien retrasado contando las cosas que me han ido sucediendo, en una de estas hago un salto y me planto directamente en Perú. Pero bueno mientras tanto sigamos cronológicamente, porque después de una semanita larga en Bogotá.... o quizás más, ya empiezo a perder la memoria, partí para la costa, pero antes decidí hacer escala en Medellín. La verdad es que en el imaginario colectivo de Europa Medellín ha quedado como la patria de Pablo Escobar, el narcotráfico, los sicarios y las bombas... Bueno todo eso fue cierto, pasó y la gente todavía tiene mucho con lo que bregar, pero la realidad que encuetras al llegar es otra completamente. Medellín produce el mismo comentario en prácticamente todos los extrangeros "no parece sudamérica", pero obviamente sí lo es. Medellín es la capital más pujante de Colombia, la capital de Antioquia, un lugar con una identidad muy fuerte por aquí. Lo que más sorprende sin embargo es que esa prosperidad que se ve ha sido revertida en cierto grado a la sociedad. Las últimas alcaldías de Medellín han desarrollado unos programas de desarrollo y de integración social que bien quisieran muchas ciudades en España, pero que dentro del contexto de Colombia sorprenden aun más. El ayuntamiento se enorgullece de dedicar el 40% de su presupuesto a educación, no sé cuanto realmente va a la educación de verdad, pero ya me parece una cifra increible. La ciudad en sí ha cambiado fisicamente. Se ha construido un metro que cambia no solo la apariencia de la ciudad sino la movilidad de la gente. Las barriadas de la periferia que viven en las montañas que rodean la ciudad ahora disponen del metrocable, unas líneas de teleféricos con las que se conectan con el metro y que acercan al centro en cuestión de minutos, un trayecto que hace tres años hubiera sido de hora y media en una dirección. En Bogotá afirman que como el presidente es paisa ha desviado la mayor parte de los recursos a Medellín la capital paisa. Es cierto, pero no deja de ser cierto que los recursos invertidos en otras ciudades van directamente a los bolsillos del encargado de gestionarlos. Como ejemplo lo que llaman en Leticia "la carretera de los kilómetros" un proyecto de carretera para colonizar la selva y unir Leticia con el resto del país. En el proyecto tenía 125 kilómetros de los que han quedado construídos apenas unos 25 y la mayor parte de ellos de carretera descubierta. En Medellín sin embargo los proyectos sociales han sido prioridas y se dedica mucho esfuerzo a concienciar a la gente para que cuide lo que se construye y para que lo utilice bien. Por todo esto los habitantes de Medellín sienten mucho orgullo y se comparan con el caos de Bogotá sintiéndose la capital del progreso colombiano. La ciudad igualmente no deja de estar en Sudamérica, en Colombia y los barrios pobres, con o sin metro cable, son bolsas de pobreza que contrastan con "Poblado" y el "parque Yeras" la zona rica y de marcha de la ciudad donde están todos los hostales de la ciudad, y que buscan su salida a la prosperidad como en el resto del país. Los problemas estructurales no dejan de existir aquí y la educación y la sanidad cada vez están más lejos de ser universales.
La gente a pesar de la fama, o quizá por la misma fama que llevan por el extrangero, son gente amable, tranquila, muy dispuesta a ayudar y a conocer a la gente que les visita. (ya sé que me ha quedado como un folleto turístico, pero la verdad es que es cierto, así es como lo ven ellos mismos). Salir por Medellín y conocer gente es todo uno.
Una cosa que me gustó mucho de Medellín y donde pasé gran parte del tiempo, son los parques que, en ese esfuerzo por socializar los beneficios de la prosperidad, el ayuntamiento ha construído por toda la ciudad. El parque de los sueños es uno de ellos. En un extremo se encuentra el planetario y en el otro un centro cultural. En el interior una explanada en curva sirve para que los colegios organicen actividades y para que la gente pasee y mire como los demás pasean. En un extremo unos curiosos ejemplos de arquitectura vivible. Dos enormes conchas colocadas una enfrente de la otra hacen que el sonido llegue de un sitio a otro claro y alto aunque se hable en susurros. En medio de la plaza unos chorros de agua salen directamente del suelo y los niños juegan encantados con ellos aprovechándose de la eterna primavera que disfruta la ciudad. Al anochecer en el balcón del centro cultural sale un músico y toca una pieza musical mientras el resto de la gente observa como se va el sol. Por la noche la pared del planetario se utiliza para proyectar películas, conciertos... La plaza es pública, es de la gente que la pasea. Otro parque es el que llaman el de los pies descalzos. Junto a las empresas municipales de Medellín construyeron el parque, diseñado para que la gente lo recorriera descalzo, disfrutando de la hierba, de la graba, de la arena, de las hojas. De las piedras y del agua. Al final un árbol australiano con una curiosa propiedad. Sus hojas al ser aplastadas desprenden un olor distinto dependiendo de quien las aplaste y quien las huela. Cuando la noche cae el agua y la luz se hacen dueños del entorno. En el centro está el parque de las luces. Unos postes de distintas alturas llevan a la vista hasta la luna que brilla allá en lo alto, produciendo un mágico efecto. En el suelo jardines de guaduas o bambúes de la zona, con luces bajas en el suelo y todo a oscuras para poder ver la luna y las estrellas en el cielo. De la ciudad prácticamente sólo tengo fotos de los parques y del centro de la ciudad, el resto del tiempo me lo pasé dando vueltas por ahí, de bares y sueños, disfrutando directamente de la ciudad sin preocuparme de fotografiar lo que veía. Lo siento, pero prometo solucionar eso cuando vuelva por aquí, :-).
Ahora os cuelgo algunas fotos en el siguiente post.
La gente a pesar de la fama, o quizá por la misma fama que llevan por el extrangero, son gente amable, tranquila, muy dispuesta a ayudar y a conocer a la gente que les visita. (ya sé que me ha quedado como un folleto turístico, pero la verdad es que es cierto, así es como lo ven ellos mismos). Salir por Medellín y conocer gente es todo uno.
Una cosa que me gustó mucho de Medellín y donde pasé gran parte del tiempo, son los parques que, en ese esfuerzo por socializar los beneficios de la prosperidad, el ayuntamiento ha construído por toda la ciudad. El parque de los sueños es uno de ellos. En un extremo se encuentra el planetario y en el otro un centro cultural. En el interior una explanada en curva sirve para que los colegios organicen actividades y para que la gente pasee y mire como los demás pasean. En un extremo unos curiosos ejemplos de arquitectura vivible. Dos enormes conchas colocadas una enfrente de la otra hacen que el sonido llegue de un sitio a otro claro y alto aunque se hable en susurros. En medio de la plaza unos chorros de agua salen directamente del suelo y los niños juegan encantados con ellos aprovechándose de la eterna primavera que disfruta la ciudad. Al anochecer en el balcón del centro cultural sale un músico y toca una pieza musical mientras el resto de la gente observa como se va el sol. Por la noche la pared del planetario se utiliza para proyectar películas, conciertos... La plaza es pública, es de la gente que la pasea. Otro parque es el que llaman el de los pies descalzos. Junto a las empresas municipales de Medellín construyeron el parque, diseñado para que la gente lo recorriera descalzo, disfrutando de la hierba, de la graba, de la arena, de las hojas. De las piedras y del agua. Al final un árbol australiano con una curiosa propiedad. Sus hojas al ser aplastadas desprenden un olor distinto dependiendo de quien las aplaste y quien las huela. Cuando la noche cae el agua y la luz se hacen dueños del entorno. En el centro está el parque de las luces. Unos postes de distintas alturas llevan a la vista hasta la luna que brilla allá en lo alto, produciendo un mágico efecto. En el suelo jardines de guaduas o bambúes de la zona, con luces bajas en el suelo y todo a oscuras para poder ver la luna y las estrellas en el cielo. De la ciudad prácticamente sólo tengo fotos de los parques y del centro de la ciudad, el resto del tiempo me lo pasé dando vueltas por ahí, de bares y sueños, disfrutando directamente de la ciudad sin preocuparme de fotografiar lo que veía. Lo siento, pero prometo solucionar eso cuando vuelva por aquí, :-).
Ahora os cuelgo algunas fotos en el siguiente post.