lunes, 3 de agosto de 2009

Y por fin Huanchaco

Y eso que yo no sabía ni lo que era Huanchaco, pero resulta que al llegar a Trujillo me recomendaron que me fuera a la playa, idea que me gustó y me fui. Cualquiera que vea el mapa de Perú dirá: ¿y es que acaso Trujillo no está en la playa? Y esteeeee... pues resulta que los españoles no construyeron ninguna ciudad en la misma playa, ni siquiera Lima que en el mapa está tan cerca del mar y que ahora parece que quisiera lanzarse por el acantilado. Todas las ciudades estaban algunos kilómetros hacia el interior, aunque realmente las importantes estaban directamente en el interior, en la sierra . Trujillo, una de las primeras ciudades fundadas en Perú por los españoles no fue menos y para llegar a la playa hay que tomar una combi y esperar sus veinte minutos. Llegué pues. Toda la costa peruana se dedica al surf. En la misma Lima es muy común ver de pronto a alguien vestido de neopreno y con la tabla bajo el brazo. Huanchaco, como otras ciudades de la costa, se ha especializado en el turismo surfero. Todo el pueblo está lleno de escuelas y de sitios de alquiler y las calles, por la mañana, se llenan de surferos con sus tablas y sus neoprenos que miran ansiosos el mar en busca de esa ola.
Yo no sé hacer surf, y quizá hasta lo hubiera intentado, pero tuve una mala suerte... Me persiguió el cielo de Lima. La misma nube que había conseguido despistar en Huaraz me alcanzó en Huanchaco y se plantó sobre el cielo parsimoniosa y pachona. Ni modos... no se iba. Todos los días que estuve allí tuvieron el mismo aspecto. No se podía saber la hora del día ni ver una sombra si no era porque encendías la luz del cuarto. Y sin embargo me quedé unos días atrapado por la tranquilidad del mar y del pueblo. Un lugar agradable y tranquilo. Largos paseos por la playa y un par de días en la ciudad de Trujillo que es bonita.
Una noche conocí a Riky, dueño de un bar de Trujillo en el que la gente del couchsurfing se puede quedar. Su bar "Bohemios" es un lugar especial que invita al buen rollo y a charlar. Según le conocí salimos a la ciudad a los conciertos que se celebraban en varios lugares de la ciudad. Fue una noche bonita y divertida en la que acabamos bailando por toda la ciudad.
Entre Trujillo y Huanchaco se encuentra la ciudad de Chan Chan. La ciudad de Chan Chan era el centro del imperio Chimú, los herederos de los mochicas o moches. Estos pueblos dominaron las costas norte del territorio del Perú actual hasta la llegada de los incas. Desde Chiclayo hasta Máncora y el sur de Ecuador se extendieron en algún momento los territorios de esta nación guerrera y avanzada que practicaba los sacrificios humanos para satisfacer a sus dioses implacables. Sus artesanos fueron la envidia de los incas que se los llevaron al Cusco para que allí fabricaran todo tipo de objetos de lujo para los soberanos incas, practicaban la pesca y el comercio con los pueblos de Ecuador trayendo las codiciadas conchas marinas que se habían hecho indispensables en todos los ritos religiosos de los Andes. Pero bueno dejo de hablar ahora de eso. Ya os lo enseñaré en el capitulo Chan Chan. Ahora simplemente unas imágenes de Huanchaco y Trujillo.


Algunas imágenes de Huanchaco. La playa y el mar... ah y el gato del hostal.



los caballitos de totora de Huanchaco eran las barcas unipersonales que utilizaban los chimús tradicionalmente. Hoy día se siguen utilizando para pescar todas las mañanas.
Algunas imágenes de la ciudad de Trujillo

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