Leticia III el agua

Alguien lo llamó planeta agua y no andaba tan lejos de la realidad. Leticia no sólo está rodeada de agua, sino que está bañada en agua, el Amazonas es grande ya de por si, pero cuando sube el agua el río se encarama a la ciudad y pide paso. Cuando yo llegué el agua estaba en su momento álguido durante los últimos diez, quince años. En todo el Amazonas como ireis viendo en las fotos, el agua había sobrepasado los límites que normalmente le daba el hombre. Pero la gente no se inmutaba y seguía viviendo su día a día sin inmutarse, con el agua hasta las rodillas o por encima de la cabeza. Donde antes llegaban andando ahora llegan en barca. Si antes había playas ahora hay pescado. Y si la gente no se inmutaba la selva menos aun. Los árboles vivían sacando las copas por encima del agua y los animales buscaban refugio en zonas más secas.
Viajando por el río toda esta agua significaba tener atajos nuevos, meandros que de pronto quedan superados por la línea recta, caminos por los que de pronto puedes ir en bote, zonas inaccesibles durante la época seca quedaban unididas bajo el agua y con un peke-peke podías verlas desde arriba, pisar las copas de los árboles con el bote.