Bueno, quedaba dicho que después de Bucaramanga seguí por el departamento de Santander. Lo primero fue ir a San Gil. San Gil es un pequeño pueblo en medio de las montañas que ha hecho del turismo su principal fuente de ingresos y se ha especializado en los deportes de aventura. Tiene de todo alrededor; ríos, montañas, cañones... en fin que este pequeño pueblo se llena de mochileros que quieren tirarse en ala delta, en parapente, bajar ríos en lancha, hacer espeleología, trekking o escalada. Además es el pueblo al que hay que llegar para ir a Barichara, otro pueblo más pequeñito en medio de las montañas. Esto último es lo que yo iba a hacer más que saltar por un barranco o tirarme con un trozo de tela. En fin que el pueblo me encantó y hasta me planteo quedarme allí a vivir... ¿qué noooo? ya vereis, tiempo al tiempo sino. De momento os pongo algunas fotos del camino y de algunas cosas bonitas que vi por ahí.
Me quedé en Casa Mankora, un hostal que me habían recomendado en Cartagena. Aprovecho el momento para hacer publicidad, es un sitio muy agradable, bonito (ya os enseñaré fotos), llevado por Johanna, que vive ahí con su hijo; Manuel. Besos y saludos si lo estás leyendo (espero que sí).
Este es el cañon de chicamocha, de camino entre Bogotá y San Gil.
Esta es la plaza central de San Gil.
Este es el patio del hostal.
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