Y bueno, volví a Bucaramanga un sábado, la idea era ver un poco más porque había estado apenas unas horas allí y luego irme para San Gil y Barichara, otros dos pueblos parecidos a Salento en el Quindío, al menos eso me habían dicho. Fui a comprobarlo. En Bucaramanga me esperaban los restos del 2 de mayo, la manifestación había dejado buenas muestras de arte pictórico, del que os voy a dar una pequeña cuenta. Esa tarde me tocó cocinar. Los colombianos, bueno en este caso las colombianas, querían saber lo que era una tortilla española y yo, diligente como siempre, ya me conocéis, me puse a cocinar durante horas para que pudieran decir que habían comido comida española. Mientras tanto me dediqué a hacerles unos maravillosos tatuajes temporales con jagua o güito (el fruto de una fruta de aquí que se mete debajo de la piel y queda allí durante días). De momento os dejo con algunas fotos de las calles de Bucaramanga y de la preparación de las tortillas.
DEspués del trabajo que me llevó hay que ver la cara de Pao por su tatuaje en la espalda y eso que ni siquiera lo veía!!!! En fin como podreis ver más adelante por lo menos la tortilla le gustó.
Ehhh que nos has dejado sin las fotos de cocinero que prometías. Venga, venga, pruebas gráficas.
ResponderEliminarlos mateños